lunes, 13 de junio de 2016

EXPIACIÓN

Se arrodilló ante el confesionario. Quería que lo absolviesen de haberse hecho practicar una vasectomía décadas atrás . Ahora tenía cáncer de próstata y posibilidades nulas de gozar con una mujer. El castigo divino se había revelado.
El cura dijo que la estupidez sobrevenida no era pecado, salió de su cubículo y lo dejó allí, contrito.

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